En los últimos años, el desempleo es tanto una preocupación como un desafío en toda Europa. Las consecuencias golpean a masas de personas, muchas de ellas de mediana edad. El aumento de los despidos en el sector de servicios y la industria está dejando a profesionales y trabajadores capacitados en la mitad de su carrera, tanto sin trabajo como sin perspectivas. Al mismo tiempo, las vocaciones técnicas / tradicionales que se están abandonando pueden verse como oportunidades de trabajo, especialmente a través de actividades de emprendimiento social a pequeña escala.
La educación y la formación profesional son medios importantes para abordar estos problemas; sin embargo, su éxito presupone orientación vocacional. Hasta ahora, los programas de aprendizaje permanente han puesto énfasis en la lógica de "seguir adelante en lugar de sobrevivir", lo que no coincide con el énfasis en los poco cualificados y la participación de los menos cualificados, que son los que beneficiarían la mayoría es significativamente baja (Education and Training Monitor 2013, p.68), mientras que las prácticas de orientación y orientación se dirigen principalmente a los jóvenes. Ahora surge la necesidad de que las herramientas y métodos relevantes se ajusten a un grupo de mayor edad, abordando el cambio de profesión o carrera. La misma necesidad surge en lo que respecta a la integración en el mercado laboral de los refugiados / migrantes recién llegados a los países de la UE.